Por lo menos a mí, no me quedan dudas de que cuando logremos descifrar porque el fútbol es tan importante en nuestras vidas y que podamos entender a las mujeres, nuestras vidas van a carecer de todo sentido, pues, ya no va haber más porque luchar.
Está laro que un pendejo como yo no puede hablar con propiedad y fundamentos de ninguna de las dos materias, pero analizándolas me di cuenta que se pueden tejer varias coincidencias entre estas bonitas cosas que tanta importancia le dan a nuestrasvidas
1-El sexo sin amor:
Como dice Wooy Allen:“El sexo sin amor es una experiencia vacía, pero como experiencia vacía es una de las mejores”, esta simple frase, tan verdadera por cierto, la podemos trasladar al fútbol de la siguiente manera:
Si vos vas a jugar al fútbol con tus amigos, vos sabés que la vas a pasar bárbaro, ahora, si te invita a jugar un amigo con gente que vos ni conocés, también la vas a pasar muy bien.
Volviendo a la materia romántica, está claro que uno la pasa excelente teniendo relaciones con la mujer amada, ahora, cogiendo con una minita que la conociste hace dos horas en un boliche no la pasás nada mal.
2-Intermediarios:
En innumerables ocasiones un amigo nos hizo de Cupido, o nos hizo creer que “esa” chica era para nosotros. Ahora bien… ¿Cuántas veces un periodista nos hizo creer que un jugador era bueno? ¿O que tal equipo era candidato?
3-La derrota:
Creo que no exagero si digo que es prácticamente la misma sensación que te queda en el cuerpo y en el alma, cuando tu equipo pierde frente al clásico rival que cuando la mujer a la cual querés amar te dice “prefiero que seamos amigo”.
4-la soledad:
Muy pocas veces la soledad es bienvenida en el fútbol, no hay nada peor que sentirse visitante, mirar para los 4 costados y ver colores que no son los tuyos, destrozar tu garganta y ver que no sirve de nada, que nadie te escucha, es lo peor que puede haber.
En el amor es similar, ver que en los ámbitos por lo cuales desarrollás tu vida no hay una sola posibilidad de nada, tener la certeza de que hagas lo que hagas no se va a abrir ninguna puerta, es la peor enfermedad que puede tener un ser humano.
5-Nada es imposible:
"No hay partidos imposible, en la cancha somos 11 contra 11" No es simplemente la frase que más prefieren los jugadores para no decir nada, todo lo contrario, es absolutamente verdadera. Imaginen esta situación: San martín de Sanjuán vs Boca, en la Bombonera y con todas sus figuras, es cierto que los pobres sanjuaninos tienen todas la de perder, pero a lo mejor justo ese día a Riquelme le duele la uña, Palacio esta cansado, a Palermo no le queda ningún rebote, la hinchada se empieza a impacientar y al árbitro por única vez en su vida se le da por cobrar para el más débil y con un rebote al final del partido los San juaninos se quedan con la victoria. Ya sé, juegan 10 veces y esto pasa una sola, pero ojo!!!! Puede pasar, después de todo en la cancha son 11 contra 11.
Imaginen esta situación: Un boliche lleno de personas, por un lado una dama con bastantes atributos, excelente bailarina muy bien vestida y por el otro, un pibe con mas fracasos que triunfos, un tanto inmaduro, sin saber bailar, con un jean todo gastado, pero con ganas de jugar el partido de su vida.
Se le acerca y como puede comienza a hablarle, esperando el “ándate pibe estoy con mis amigas”, pero justo esa noche la agarra depresiva, o media borracha, o esta cansada que la engañen sus novios bonitos y educaditos y quiere probar otra cosa. Capaz que con una frase sincera y una convincente mirada, el pibe se queda con el partido de su vida. Después de todo, él es hombre y ella mujer y todo puede pasar.
Pibe, vos tenés la pelota entre las piernas y ella tiene el arco, entrá tocando, pegale de afuera, agarrá un rebote. Al estilo elegilo vos o hacé lo que te salga, pero acordate que no hay peor jugada que la que no se termina.
Dale pibe animate, pegale al arco, podés ganar, podés perder, así es la vida, así es el fútbol, así son ellas.
Está laro que un pendejo como yo no puede hablar con propiedad y fundamentos de ninguna de las dos materias, pero analizándolas me di cuenta que se pueden tejer varias coincidencias entre estas bonitas cosas que tanta importancia le dan a nuestrasvidas
1-El sexo sin amor:
Como dice Wooy Allen:“El sexo sin amor es una experiencia vacía, pero como experiencia vacía es una de las mejores”, esta simple frase, tan verdadera por cierto, la podemos trasladar al fútbol de la siguiente manera:
Si vos vas a jugar al fútbol con tus amigos, vos sabés que la vas a pasar bárbaro, ahora, si te invita a jugar un amigo con gente que vos ni conocés, también la vas a pasar muy bien.
Volviendo a la materia romántica, está claro que uno la pasa excelente teniendo relaciones con la mujer amada, ahora, cogiendo con una minita que la conociste hace dos horas en un boliche no la pasás nada mal.
2-Intermediarios:
En innumerables ocasiones un amigo nos hizo de Cupido, o nos hizo creer que “esa” chica era para nosotros. Ahora bien… ¿Cuántas veces un periodista nos hizo creer que un jugador era bueno? ¿O que tal equipo era candidato?
3-La derrota:
Creo que no exagero si digo que es prácticamente la misma sensación que te queda en el cuerpo y en el alma, cuando tu equipo pierde frente al clásico rival que cuando la mujer a la cual querés amar te dice “prefiero que seamos amigo”.
4-la soledad:
Muy pocas veces la soledad es bienvenida en el fútbol, no hay nada peor que sentirse visitante, mirar para los 4 costados y ver colores que no son los tuyos, destrozar tu garganta y ver que no sirve de nada, que nadie te escucha, es lo peor que puede haber.
En el amor es similar, ver que en los ámbitos por lo cuales desarrollás tu vida no hay una sola posibilidad de nada, tener la certeza de que hagas lo que hagas no se va a abrir ninguna puerta, es la peor enfermedad que puede tener un ser humano.
5-Nada es imposible:
"No hay partidos imposible, en la cancha somos 11 contra 11" No es simplemente la frase que más prefieren los jugadores para no decir nada, todo lo contrario, es absolutamente verdadera. Imaginen esta situación: San martín de Sanjuán vs Boca, en la Bombonera y con todas sus figuras, es cierto que los pobres sanjuaninos tienen todas la de perder, pero a lo mejor justo ese día a Riquelme le duele la uña, Palacio esta cansado, a Palermo no le queda ningún rebote, la hinchada se empieza a impacientar y al árbitro por única vez en su vida se le da por cobrar para el más débil y con un rebote al final del partido los San juaninos se quedan con la victoria. Ya sé, juegan 10 veces y esto pasa una sola, pero ojo!!!! Puede pasar, después de todo en la cancha son 11 contra 11.
Imaginen esta situación: Un boliche lleno de personas, por un lado una dama con bastantes atributos, excelente bailarina muy bien vestida y por el otro, un pibe con mas fracasos que triunfos, un tanto inmaduro, sin saber bailar, con un jean todo gastado, pero con ganas de jugar el partido de su vida.
Se le acerca y como puede comienza a hablarle, esperando el “ándate pibe estoy con mis amigas”, pero justo esa noche la agarra depresiva, o media borracha, o esta cansada que la engañen sus novios bonitos y educaditos y quiere probar otra cosa. Capaz que con una frase sincera y una convincente mirada, el pibe se queda con el partido de su vida. Después de todo, él es hombre y ella mujer y todo puede pasar.
Pibe, vos tenés la pelota entre las piernas y ella tiene el arco, entrá tocando, pegale de afuera, agarrá un rebote. Al estilo elegilo vos o hacé lo que te salga, pero acordate que no hay peor jugada que la que no se termina.
Dale pibe animate, pegale al arco, podés ganar, podés perder, así es la vida, así es el fútbol, así son ellas.
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