Sangre, dinero y lágrimas

Me sobran las horas, pero me faltan cervezas.
Mi cuerpo ya no se queja, ahora le toca a la billetera.
Ahora puedo salir de noche, pero no tengo para la nafta del coche.
Tengo más tiempo para leer, pero no me alcanza para los libros.

Es la más enfermiza de todas las relaciones, inclusive superando al amor de una novia o a la pasión por un club, precisamente por la causa, simplemente la necesidad, se puede vivir estando soltero o estar por un tiempo sin mirar fútbol, pero sin comer se complica demasiado.
La máxima expresión del sadomasoquismo es trabajar en un supermercado chino, miren si será feo trabajar que nos pagan para que lo hagamos.

Puede que peque de inocente pero tengo un par de preguntas:
1- ¿Algún día pasara lo normal?
2- ¿Los jefes, se darán cuenta que somos personas y no cosas?
3- ¿Dejaremos algún día de vivir para trabajar y empezaremos a trabajar para vivir?
4- ¿Será posible que nos acostumbremos a esto?


Vamos a seguir apoyando a este sistema que te obliga a vender tu alma y cuerpo por un par de billetes y esto es lo que genera más bronca, todo es por un par de papeles con la cara de un “prócer” y un número, todo se reduce a eso, todos pelean por eso.

Tu único valor se encuentra en tu billetera,
Te envidian, te discriminan, te roban,
Todo depende de cuanto lleves ahí.
El egoísmo comienza a dominar tus pensamientos.
La soledad pasa a ser buena compañera.
La amistad una compañía por conveniencia.
La diversión parte de la nostalgia.
La solidaridad solo aparece en el diccionario.
El miedo acerca más clientes, tu miedo también tiene precio.
Las opiniones también tienen precio.
Las mentiras ganan juicios.
Las tierras que se arrebatan.
Los arroyos y montañas que se alambran.
Amistades que fracasan.
Enemigos que se inventan.
Guerras que mantienen el sistema.

Sangre, dinero y lágrimas, demasiadas lágrimas, para un sistema que no las merece.

Como dice Sabina: -paliare hasta el último minuto y mi epitafio dirá
“no estoy de acuerdo”