Hay vodka, fernet y espuma loca!!!

Hubo que esperar un par de años pero al fin la modalidad EGB (Educación General Básica) empieza a mostrar sus frutos.
Atrás quedaron aquellos jóvenes que se hacían los dormidos o los enfermos para faltar al colegio.
En el olvido quedaron el miedo y el aburrimiento que generaba el primer día de clases.
En el ropero quedaron esos viejos e inexpresivos guardapolvos.
En la actualidad los uniformes visten a la moda y los útiles vienen con destapador y sacacorchos incluidos.
Todo gracias a un grupo de jóvenes que entendieron a la perfección el mensaje de sus maestros anteriores, que comprendieron que la escuela es el mejor lugar para construir los cimientos que los sostendrán el resto de sus vidas.
Luego de soportar dos meses sin actividad escolar, por fin han comenzado las clases y eso es motivo de celebración para la nueva juventud.
Los nuevos Sarmientos no pudieron contener la impaciencia y adrenalina que generaba el esperar un par de horas más y se agruparon en la puerta del colegio al grito de “Hay que quibombo se va a armar, sino abren la puerta y comienzan a enseñar”. Al no obtener respuesta alguna, decidieron gritar más fuerte y añadir nuevos elementos, así fue como el redoblante y las cornetas se unieron a este justo reclamo.
Esta vez el cántico fue para los profesores “Basta del paro a lo vago, queremos paros a la japonesa, sábados y domingos estudiando”
Nuevamente las suplicas fueron ignoradas, hecho que enfureció terriblemente a los alumnos, quienes prometieron no parar hasta que se acerque algún efectivo policial y abra ese muro que les impedía acceder al más bello conocimiento.
Fue en ese mismo momento, donde por casualidad, paso un señor en una motito al grito de “Hay Vodka, Fernet y espuma loca”, las gargantas ardían por los fuertes gritos y esas bebidas brindaron una refrescante sensación de alivio.
Hasta que por fin y después de varios llamados, se hicieron presentes cuatros oficiales de la GUM (Guardia Urbana Municipal), pero se lamentaron al ver que las 15 botellas de bebidas blancas secuestradas ya estaban vacías, “Pucha, de haberlo sabido, veníamos antes” declaro un oficial quien pidió absoluta reserva.
Indignación de los vecinos que iban hacia el trabajo y tenían que hacer movimientos estilo matrix para esquivar el poderoso y oloroso chorro de la espuma loca.
Indignación de un grupo de jóvenes, pues a pesar de la protesta no los dejaron ingresar al aula, por no estar en condiciones.
Indignación de los docentes con algunos padres que elogian estas actitudes.
Indignación de una sociedad, que una vez más, no admite haber creado a la criatura.