(Carta inconclusa a Ernesto o de cavilaciones sobre su persona)
Querido Ernesto:
Antes que nada quiero disculparme por la tardanza en la respuesta. Se que no es la mejor forma de empezar una carta, pero me pareció necesario una frase de perdón por mi demora.
Me resulta una redundancia decirte que aquí todos te extrañamos, aunque siempre respetaremos tu firme convicción que te lleva a estar lejos de casa.
Es increíble leer las noticias que vos nos mandas desde la selva, el hecho de imaginar escenas de una película de hollywood es inevitable. Cuesta trabajo hacer entender tu presencia en tierras cubanas al resto de la gente. Pocos comprenden tu lucha, la lucha por una vida mas justa, en tierras tan lejanas. Aquí, aun es irrisible el hecho de arriesgar la vida por un ideal. Tienes que entender, aunque vos ya lo sabes, que este pueblo no esta preparado para la transformación que todos pretendemos, y resignarnos a que quizás jamás lo esté.
Por las pocas noticias que llegan a nuestro país sabemos que el único destino que le cabe a la revolución es La Habana, y esperamos que su victoria sea el comienzo de un camino mas justo para América latina.
Todas las noches nos juntamos en algún bar olvidado o en la pieza de alguno de los muchachos a leer las noticias o a comentar lo que escuchamos por la radio. Después de los primeros vinos, siempre nos envalentonamos para organizar nuestra propia revolución, pero lamentablemente a la mañana siguiente ya desistimos, por falta de medios y sobre todo por falta de valor. Como siempre conversábamos antes de tu partida, existen hombres de ideas y hombres de acción.
No hace falta aclarar que ambos hemos descubierto ya nuestra esencia, por eso tu estas en la selva y yo escribiendo esta carta, tu refugio son los árboles y el mió los libros. Tal vez espero el utópico día en que la tinta tenga mayor poder de convencimiento que el plomo para intentar modificar el curso de la historia.
Por Alejandro Roots : http://bigbambula.blogspot.com/
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