Al sub comandante Marcos

Che vigilante, a vos te escribo:
Cuando uno cuenta con cincuenta palabras en su paladar, casi siempre es conveniente quedarse callado y escudarse en la frase, “sobran las palabras”, pero existen algunas ocasiones en las cuales nos vemos obligados a esforzar nuestra cabeza un poco más de la cuenta, y el cumpleaños de un amigo, es una de ellas.

Gran Marcos, a pesar de tu avanzada edad, tus gustos futbolísticos, tú inclinación sexual y tú incomprensible apoyo a este gobierno, me siento un privilegiado al formar parte de tu camino.
Es una lastima que la maldita necesidad nos prive de un periodista como vos, es una pena que tus condiciones físicas no te permitan desplegar la magia futbolística que defendemos a “capa y espada”, pero lo que más bronca me da es tu persiana, no se puede dormir con el sol perforándote los ojos.
A pesar de todo lo nombrado, da gusto contar con gente como vos, es valoradle todo lo que me enseñaste de economía, política, periodismo, de la vida en general, voy a estar eternamente agradecido por las páginas porno que me hiciste conocer, y por los caños que me dejas hacerte cuando jugamos al fútbol.
Nos debemos una pizza, nos debemos hacer el curso para director técnico y cuando nos cansemos de todo mí ziambretta y Latinoamérica nos esperan.
Felices 29 pibe, Gracias por todo.